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14 de agosto de 2012

X. DOLENCIAS MUSICALES: Despedida y cierre.


Esta entrada pone punto y final al Ciclo de Dolencias musicales: Lo que se esconde detrás de cada instrumento. No voy a hablar de Anatomía, ni de las distintas lesiones que han puesto en alerta a algunos músicos con los que he tenido la suerte de encontrarme en el camino. Simplemente, después de tanto tiempo desarrollando este trabajo, con todo el mimo y la ilusión que le he puesto, sentía la necesidad de una conclusión personal. Unas últimas líneas, que resumieran lo que ha sido para mí el desarrollo de este Ciclo.




Supongo que viene de hace muchos años atrás, ya que he tenido la suerte de que mi vida siempre ha estado, de una manera u otra, ligada a la música y al cuerpo, y que como todos, tengo mi propia B.S.O.
Un día, en una conversación con mi hermano, se cruzaron la música y las ganas de saber y dieron lugar a este periplo cargado de lesiones y melodías.

Empecé a estudiar cada caso por separado, dejándome muchas cosas en el tintero por no emplear tecnicismos ni frases que os perdieran e hicieran que cerrarais la ventana. Me ayudé de la experiencia de los músicos que conozco, que aparte de ofrecerme sus cuerpos para explorar lesiones y patologías, me regalaron toda su sapiencia y tuve la suerte de poder ponerme en contacto con estudiantes de música y profesionales por esta red de redes, que me animaron y recompensaron el trabajo y el esfuerzo.
Al fin y al cabo, este Ciclo va dirigido, en general, a todos aquellos que sientan la música en su cuerpo, y en particular, a esos intérpretes que tienen como vocación regalarnos esa parte de la vida que se escribe sobre una partitura.

El hecho de hacer sonar un instrumento como se merece, es el resultado de un largo camino de estudios y ensayos. Es esa misma dedicación la que tendría que llevarles, a nuestros músicos,  a querer conocer una correcta anatomía para el movimiento, para su movimiento, y que el paso de los años, en vez de mandarles facturas, les regale mejores interpretaciones.

Viento, cuerda y percusión. Con sus pros y sus contras. Cada músico tiene una manera de utilizar su cuerpo, y yo, lo único que he pretendido es acercarles un poco de conciencia para que nunca dejemos de decir eso de: “Tócala otra vez, Sam”

Me ha llevado tiempo y dolores de cabeza elegir una última interpretación para dedicarle a este viaje que ha llegado a su final. Pensé en Jazz (sin duda mi estilo favorito y con el que más me identifico), Soul,  Rhythm and Blues… Pero fue al desempolvar de la memoria viejos discos, cuando vi El Bolero de Ravel. Y ¿por qué no?

Ida Rubinstein. (1885-1960), bailarina y rica mecenas rusa, inspiradora del Bolero y quien estrenó la obra el 22 de noviembre de 1928.


Os presento una pieza que va agrandándose conforme se suman los instrumentos. Bolero es un ejercicio de instrumentación y sonoridad, con un crescendo extenso y gradual de más de cuarto de hora. Fue compuesta por Maurice Ravel y estrenada en 1928 por la bailarina Ida Rubinstein. El tema se repite múltiples veces, cada vez en una nueva combinación instrumental marcada por un tambor a ritmo de danza bolero: flauta, clarinete, fagot, oboe d'amore, trompeta con sordina, trompa con celesta, oboes con dos clarinetes, trombón, maderas, violines… a los que se suman los grandes metales de viento en el estallido final. Disfrutarlo con las orejas bien abiertas.



Sólo me queda agradecer vuestra fidelidad, acompañamiento y la inigualable aportación. Vídeos, comentarios, rectificaciones, aclaraciones de todo tipo, experiencias y MUCHA MÚSICA.
Tanto Quiromasajistas, como Fisioterapeutas, me han ayudado a modelar cada entrada, las montañas de libros y apuntes refrescaron mi memoria y por supuesto, vosotros los músicos me habéis inspirado en cada palabra y con cada nota. Ahora nos queda reaprender y volver a ser alumnos de nuestro cuerpo.


24 de julio de 2012

IX. La música con nombres propios.


Esta entrada ha sido la que más me ha costado elaborar, pero también me ha dado mucho más conocimiento de lo que un músico tiene que sufrir a lo largo de su carrera profesional. Han sido tantos los intérpretes con los que me he ido encontrando que me ha sido muy difícil ser selectiva.

Son trece las vidas que os presento, intentando siempre que disfrutes leyendo tanto como disfruto yo escribiendo.

Como siempre he podido contar con ayudas que me aplanan el camino y el resultado final lo tenéis a continuación.

Hansi Kürsh, un sordo no tan mudo.


Son muchos los músicos que durante sus carreras profesionales tienen problemas de audición. De hecho, es una de las dolencias más comunes entre el panorama musical. Pero que no os extrañe, el ruido está presente en todos los aspectos de nuestra vida y por supuesto, durante su jornada laboral un músico tiene que soportar un alto número de decibelios.


Esta lesión se debe a que el músico (inclusive el público) está sometido a constantes sesiones de música cuyo volumen supera los 65 decibelios (db), el nivel máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. De acuerdo con el organismo, la capacidad auditiva se deteriora en la banda comprendida entre los 75 db y 125 db y alcanza un estado de dolor cuando se rebasa este último rango. Para evitar esta lesión, se sugiere utilizar tapones que protejan los tímpanos en sitios donde se rebasa dicho nivel de volumen.

Este tipo de dolencia es la que tuvo que sufrir el vocalista del grupo Blind Guardian. En 1999 estos alemanes editan por primera vez en EEUU un disco titulado Mine, con él los horizontes del grupo de disparan y comienzan una agotadora gira alrededor del mundo, que a Hansi le ocasiona serios problemas, concretamente perdió el 50% de la audición en su oído derecho. Cuándo estaban presentando el disco en su Alemania natal, se vio obligado a suspender la gira y desplazarse hasta EEUU para iniciar una terapia en un centro especializado. Durante todos estos meses además de una tediosa recuperación, el vocalista en cuestión aprovechó para maquetar y preparar su próximo trabajo.


Bobby Schayer, lesiones al compás de la música.


Bobby Schayer fue uno de los siete bateristas del grupo Bad Religion, concretamente ocupa el penúltimo lugar. Con muchos discos y conciertos a sus espaldas, Bobby abandonó el grupo en Abril del 2001, debido a una tendinitis en el brazo y en el hombro derechos que le impedían tocar y le causaban bastante dolor. Además, debido a su pasión y desenfreno a la hora de tocar la batería, también se había lesionado una vértebra cervical, por menear la cabeza al compás de la música (headbanging). El médico que le atendió, planteó la posibilidad de que Bobby no pudiera volver a tocar y el grupo se vio obligado a buscar un sustituto pare seguir ofreciendo conciertos y no interrumpir la gira.


En su día vimos como los bateristas son de los instrumentistas que más sufren lesiones derivadas de los movimientos repetitivos que requiere su práctica. Además ya sabemos que requieren resistencia física para aguantar un concierto y fuerza para hacer sonar la batería al completo.

A Bobby Schayer se le acabó en ese momento su carrera profesional. Los entendidos en el tema aseguran que fue el mejor baterista que ha pasado por Bad Religion, por su sencillez a la hora de tocar… que ironía… 

Jimmy Page, un Déjà vu musical.


Singular guitarrista del legendario grupo Led Zeppelin. Jimmy Page ya tenía cierto prestigio en el Reino Unido como músico de estudio y por pertenecer a la banda The Yardbirds, antes de que fundara una de las mejores bandas de rock.  Se puso a la labor de buscar buenos músicos para un nuevo grupo donde pudiera expandir todo su talento, y ésta tuvo su origen en 1968. Este nuevo grupo musical fue bautizado como Led Zeppelin, a causa de un infeliz comentario que alguien les dijo: “fracasaréis como un Zeppelin de Plomo”

Pero vamos a lo que vamos. La anécdota que os quiero contar se remonta a 1974, durante el inicio de las Navidades, cuando, antes de empezar una gira por EEUU, Jimmy page se rompe un dedo a causa de un accidente con la puerta de un tren en Londres.  Ello le llevó a intensos ensayos para poder tocar su guitarra con solo tres dedos, y forzó al grupo a cambiar el orden de las canciones en los conciertos. La interpretación más emblemática fue en el Chicago Stadium el 20 de enero de 1975, donde el cantante Robert Plant, pidió un aplauso para el guitarrista que había tocado de manera magistral todas las canciones con un dedo de la mano roto.

El 25 de septiembre de 1975 muere el baterista (insustituible) Jonh Boham, asfixiado por la aspiración accidental de su propio vómito, mientras dormía, provocado por el consumo excesivo de alcohol. El grupo se disolvió. Pero quiso el destino que en el año 2007 se volvieran a juntar, con el hijo de Boham, Jason, a la batería, en Londres, ofreciendo un único concierto. Casualidades de la vida, se tuvo que aplazar dos semanas porque Jimmy Page se volvió a fracturar un dedo de la mano…

Jonny Greenwood, los guantes del guitarrista.



Quien haya visto algún vídeo de Radiohead ha podido comprobar la forma de tocar tan peculiar que tiene su guitarrista Jonny Greenwood. Es un músico multi-instrumentista que llega a tocar hasta 22 instrumentos (pero no a la vez…) y en el año 2003 la revista Rolling Stones le situó en el puesto 60 de la lista de “los 100 mejores guitarristas de todos los tiempos”…que se dice pronto.

Pero esa manera de hacer vibrar las cuerdas de su guitarra con tanta energía y agresividad le llevó a sufrir una lesión obligándolo a estar una temporada sin poder tocar la guitarra. Síndrome del túnel carpiano en el brazo derecho, os suena ¿verdad?

La cosa no queda aquí. El médico le recomendó no tocar la guitarra por un tiempo largo para que la lesión se pudiera tratar mejor, pero ya sabemos cómo son los músicos, y Jonny Greenwood no iba a ser menos. Aconsejado por este mismo médico comenzó a utilizar un soporte para la muñeca y el antebrazo a la hora de practicar y en los conciertos, que consiste en un vendaje específico para evitar lesiones.
Este soporte se ha convertido en su distintivo y el protagonista comentó en una ocasión: “Disfruto poniéndomelo antes de tocar... Es como ponerte los guante en las manos antes de boxear."

Phil Collins, en la vida las cosas pasan.



Roquero de 61 años, cantante y baterista de Génesis. En marzo de 2009 anunció en The Times su retirada profesional del mundo de la música a causa de una lesión en sus vértebras cervicales.

Tras 30 años tocando el instrumento de percusión por excelencia, ha perdido capacidad auditiva, sufre de problemas neurológicos y, también de la columna. Los médicos no han dudado en señalar estas dolencias como las "típicas" sufridas por los bateristasCollins llegó a declarar para el Daily Mirror que el simple hecho de coger las baquetas le resulta doloroso.

Tras Ocho discos con excelentes resultados y de gran calidad musical, consiguiendo estar en el Nº 1 de las listas de ventas en numerosas ocasiones, y obtener premios tales como un Gramy a la mejor canción, tres Oscars y un Globo de Oro, Phil Collins dice adiós a los ensayos, las giras y los conciertos.

En su momento ofreció un par de declaraciones que describen perfectamente por el momento que estaba pasando:
"Mi condición me impide tocar nunca más. Después de haber sido batería durante 50 años, tengo que parar. Por supuesto que estoy muy triste. Mis vértebras han estado aplastando mi médula espinal debido a la posición en la que he tocado durante mis años a la percusión. Ni siquiera puedo sostener correctamente las baquetas sin sentir dolor".

"No hay ningún drama acerca de mi "discapacidad" y el tocar la batería. De algún modo durante la última gira de Génesis me disloqué algunas vértebras del cuello y eso afectó a mis manos. Tras una exitosa operación en el cuello, mis manos aún no pueden funcionar normalmente. Quizás en un año más o menos eso cambie, pero por ahora me es imposible tocar la batería o el piano. No estoy en ningún estado de "malestar", en la vida las cosas pasan.”

Louis Daniel Armstrong, cuando perdió su labio encontró la voz.



Hablar de Louis Armstrong prácticamente es hablar de Jazz. Destacó por ser uno de los mejores trompetistas en su estilo y más tarde su condición de vocalista ofrece una fuerte influencia en el canto jazzístico.

Los músicos de viento no quedan exentos de lesiones y patologías. Hay un síndrome muy frecuente, que afecta a los trompetistas que utilizan un tipo concreto de embocadura, y que consiste en la rotura del músculo orbicular de los labios.

El doctor Planas de Barcelona le dio el nombre de síndrome de Satchmo, en honor a Louis Armstrong, ya que al músico se le conocía familiarmente con ese nombre. El principal síntoma es el dolor, sobre todo en las notas altas, cuando la presión del labio es mayor. Este trastorno es bastante doloroso y requiere una intervención quirúrgica.

Pues bien, ya en 1935, Armstrong, por su técnica y habilidades de improvisación, es catalogado como el mejor trompetista del momento. Comienzo una extensa gira en Estados Unidos y en Europa. Es aquí donde se rompe el músculo de los labios y se ve obligado a interrumpir su carrera por un año. A partir de aquí, el propio músico advierte que está perdiendo su virtuosismo, pero eso no le hace tirar la toalla. Poco a poco se apoya en el canto  y comienza a registrar valores que ahora son parte del mundo musical como "Hola, Dolly", "Just A Gigolo" y "What a Wonderful World". 

Rick Parfitt, súmale una gira poco estática.



Componente del grupo británico Status Quo, Rick tiene todas las malas manías de un guitarrista de rock, es decir, tiende a tocar su instrumento a un nivel más bajo de la cintura, ayudándose con una cinta larga y además también tiene tendencia a echar su cuerpo hacia delante lo que provoca tensión en la zona lumbar. Pero no han sido estos sus problemas.

En el año 2002, tras una gira por Europa tocando cinco conciertos en Alemania, tres en Francia, dos en España y seis en su Reino Unido, en unas pocas semanas, Rick Parfitt se despertó un día con un nervio atrapado en su brazo izquierdo obligando al grupo a cancelar los dieciséis conciertos restantes. A raíz de aquello, también le diagnosticaron varias fracturas por estrés que le mantuvieron un año sin poder tocar la guitarra.

Shawn Drover, tanta perfección pasa factura.



Shawn Drover es un baterista que se hizo un nombre en el grupo de heavy metal Eidon, pero fue al entrar en Megadeth cuando adquirió el auténtico reconocimiento.

Megadeth comenzó el tour mundial, Blackmail the Universe, en octubre de 2004 y su baterista Nick Menza abandonó la gira después del primer concierto por Estados Unidos. Fue entonces cuando entró en escena Shawn, que durante unos años  compartiría escenario con su hermano Glen a la guitarra. En el año 2005 durante un concierto Shawn demostró sus dotes como multiinstrumentista cuando interpretó el tema Peace sells, pero esta vez con la guitarra entre sus manos, ofreciendo un solo que no pasó desapercibido.

Pero no han sido las seis cuerdas las que han dañado al señor Drover. Y la historia es complicada de resumir. Nos remontamos a 1990, cuando el grupo lanza el disco Rust in Peace, que es considerado por sus seguidores como el mejor de su discografía, hasta tal punto que catorce años después lo volvieron a lanzar remasterizado y ofrecieron una gira en la que iban a interpretarlo en su totalidad. Pero a su vez, el propio Shawn comenta que es de los más difíciles de tocar y se le suma el agravante de que los seguidores se lo saben perfectamente de pe a pa.

Esta gira le pasó factura. Tantos ensayos y tanta perfección le provocaron una importante lesión en el menisco que le obligó a utilizar cortisona durante los conciertos para calmar la inflamación y el dolor, manteniéndolo en secreto hasta que finalizó la gira y se sometió a una operación quirúrgica.
En una entrevista a The Great Southern Brainfart, donde Shawn Drover explica su experiencia de tocar este disco en su totalidad durante todo un tour, comenta lo siguiente:
“Tocar la batería es doloroso, mucho más de lo que parece. He tenido más lesiones que un futbolista. En la primera prueba de sonido que hice con Megadeth me reventaron los oídos, desarrollé vértigo y una grave infección. En 2004 tuve que llevar auriculares para aislarme del resto de músicos y así poder poner el sonido del grupo a un volumen muy bajo. También el menisco se me fastidió, mi mano derecha, y varias lesiones más pero hay que seguir tocando. Me gano la vida golpeando cosas con palos, ¿qué podía esperar?”


Adrian Vandenberg, el guitarrista tocó mal las teclas.



Este multiinstrumentista y compositor ha pasado a ser catalogado como uno de los mejores guitarristas de la historia de Holanda, su país de origen. Su trabajo comenzó a expandirse por todo el mundo cuando ingresó en la banda británica de hard rock Whitesnake durante la década de los ochenta. Whitesnake fue fundada por David Coverdale, integrante de la ya disuelta por entonces Deep Purple, banda que nos ha dejado grandes temas y que tiene su pequeño hueco en la historia de la música.

Fue durante esta época, grabando "Slip Of The Tongue", cuando Vandenberg se lesionó la muñeca practicando unos ejercicios en el piano. Lesión que arrastró hasta finales de los 90 cuando se vio obligado a dejar la música por no poder tocar al máximo de sus posibilidades. Pero Whitesnake no podía quedarse sin guitarrista, y se sumó a las filas del grupo el mismo Steve Vai, considerado por la revista Rolling Stone (y por la que escribe) un auténtico virtuoso de la guitarra.

Pasaron más de veinte años hasta que Vandenberg volviera a coger la guitarra de manera profesional, sacar un disco, esta vez en solitario, y realizar una gira como se merece.




Robert Schumann, los músicos también lloran.



La historia de Schumann es una de las que más me ha atraído de todas las que me he ido encontrando por el camino. Es la vida de un músico y compositor que, obsesionado por alcanzar la perfección de los virtuosos, consiguió ser uno de los más grandes y representativos compositores del romanticismo. Pero tanto reconocimiento al final le salió caro…

Desde que contaba muy corta edad, Robert Schumann era un pianista excepcional, que se afanaba por llegar al nivel de maestros de la talla de Nìccolo Paganini o Franz Liszt. En 1830, cuando tenía 20 años y un nombre como concertista de piano a sus espaldas, Schumann consideraba que no tenía suficiente agilidad en los dedos y decidió multiplicar sus horas de ensayos.

Para empezar, hizo construir un teclado portátil, que se colgaba del cuello para poder practicar continuamente, pero este invento no le dio los resultados que él esperaba. Además de agilidad en los dedos también necesitaba fuerza y firmeza, así que  ideó un aparato que colgaba de una polea del techo y al que se ligaba el anular y el meñique, y así se obligaba a ensayar durante horas y horas.

Después de un tiempo, Schumann se dio cuenta de que este invento suyo, en vez de mejorar su técnica le estaba dañando la mano. Tantos estudios de técnicas pianísticas le costaron una distonía focal en los dedos anular y corazón (cuya musculatura está relacionada) de su mano derecha… En ese momento se acabó su carrera como concertista de piano y después de digerir este mal trago, comenzó una etapa como concertista que elevó a la cumbre de la música romántica.

El día que Robert Schumann se enteró de que no iba a volver a mover esos dedos, que no le respondían y se agarrotaban solos, que no iba a poder tocar más el piano de la manera en que lo hacía… ese día dicen que Schumann lloró largo y tendido…
“Toda la música está completa y viva dentro de mí y deseo exhalarla sin esfuerzo, pero ahora apenas si puedo hacerlo; mis dedos se confunden unos con otros. Esto es realmente atemorizante y ya me ha causado mucho dolor.”

Gary Graffman, la nota del desconocimiento.



A principios de la década de 1980, Gary Graffman era considerado uno de los grandes pianistas contemporáneos, y en la cumbre de su carrera anunció que padecía una lesión en su mano derecha, entonces poco conocida, que se llama distonía focal y  le impedía tocar el piano con precisión ya que los dedos no respondían a sus órdenes.

Denunció la incomprensión recibida por parte de los médicos y la falta de información acerca de la enfermedad. Todo esto le llevó a la obligación de abandonar su carrera. Desde entonces sus interpretaciones tuvieron que limitarse solamente a pequeños conciertos escritos para la mano izquierda. Asimismo, se unió al Instituto de Música Curtis de Filadelfia para luchar por lo que ahora conocemos como “La Medicina del Arte.”






Rick Allen, con uno sobra y basta.



No tiene mucho que ver con el tema, ya que Rick Allen no se lesionó por tocar de una manera errónea o por un exceso de práctica. Pero estamos ante un baterista manco que toca hardrock a nivel internacional.
A los 21 años de edad, Rick empieza a saborear la fama con Def Leppard gracias al disco “Pyromania”, pero en diciembre de 1984 sufre un accidente de coche y Sale despedido del vehículo produciéndose  la amputación de su brazo izquierdo. En aquel momento parecía que su carrera como músico había tocado su fin de una manera arrolladora… pero no fue así.

Tras varias operaciones y una larga rehabilitación, cuando el baterista empezaba a recuperarse, el grupo se planteaba si continuar con él, pero no fue ninguna sorpresa que la decisión fuera a favor de su compañero.
Se desarrolló una batería personalizada que consta de muchos pedales con los que su pie izquierdo hace el trabajo de su brazo izquierdo mediante pistas informatizadas. Básicamente tenía los tambores más importantes frente a él y a su derecha y los principales pedales a su izquierda, con los que se conseguía el sonido de la caja y los timbales. A esto se le añadieron hardwares de compañías como ddrum y Acuapad.
Incansable, imparable, y con ganas de reencontrarse con el público, se puso a practicar y a reconocer su nueva batería, hasta que en 1986 volvió a tocar en el festival “Monsters of Rock”. Comienza aquí una nueva carrera que no parará hasta el día de hoy.

Su estilo se ha refinado y hace años que ha vuelto a la batería acústica. Ha hecho multitud de trabajos paralelos fuera del grupo y hasta la fecha sigue siendo un ejemplo de superación y esfuerzo. Una de las lecciones que hemos de aprender de él es que hay que luchar por lo que se quiere llegar en la vida, y si no fíjate en el baterista de Def Leppard.

Nicolo Paganini, el intérprete del diablo.



Genio del arte musical y virtuoso de su tiempo fue considerado el mejor violinista, violista, guitarrista y compositor de la época. No sólo hacía sonar a la perfección sus instrumentos (entre los que destacaba el violín), además los interpretaba.

Heinrich Heine, poeta alemán, quiso retratar el mito de Paganini:
“[…] apareció en escena una figura oscura, que parecía haber salido del infierno; era Paganini con su traje negro de etiqueta, frac negro y chaleco negro, de hechura horrible, como quizás lo prescribía la etiqueta infernal en la corte de Proserpina, unos pantalones negros que caían temerosos por las piernas flacas. Los largos brazos parecían alargarse más aún cuando, con el violín en una mano y en la otra el arco -con el que tocaba casi la tierra […]”
Pocos músicos han causado tanto furor en su vida y han llevado a cabo un dominio de la técnica como lo hizo Paganini, a ello contribuyó enormemente su gran flexibilidad articular, el Dr. Bennati lo atendió durante años e informó de algunos detalles de gran interés acerca de su fisionomía: “... su mano tiene una gran elasticidad, al igual que su hombro y su codo...”

Observó durante su estudio que cuando tocaba, su codo cruzaba por encima del otro codo; la flexibilidad de Paganini era tan grande que la uña del dedo pulgar llegaba a tocar el dorso de su mano, esta hiperlaxitud le permitía tocar tres octavas con poco esfuerzo. Se sabe que voluntariamente podía flexionar lateralmente la articulación de sus falanges distales; en varias ocasiones le preguntaron acerca de su mágico secreto, a lo cual el genial compositor siempre respondía que lo revelaría cuando se retirara, desgraciadamente se llevó tan codiciado secreto con él, aunque ahora sabemos sin duda, que  sus prodigiosas dotes interpretativas se debieron a un trastorno del tejido conectivo. El síndrome de Ehlers-Danlos se caracteriza por existir laxitud e hipermovilidad articular, con mayor capacidad de estiramiento, características que poseía Paganini.

Aparte, exhumado el cadáver del legendario violinista, su esqueleto mostraba una deformidad en el hombro: lo tenía alzado por años de pinzar el violín contra la barbilla, y como nota final, el museo del Conservatorio de París, conserva un molde de su mano. Queda otra vez demostrado que los genios nunca mueren.




31 de mayo de 2012

VIII. DOLENCIAS MUSICALES: Distonía Focal o "calambre del músico"

Cuando acepté la petición de los músicos, de una entrada sobre la distonía focal, realmente no sabía bien dónde me estaba metiendo. Al ser una dolencia que no conocía lo suficiente, me he visto obligada a moverme un poco más de la cuenta y estudiar todas las ambigüedades que me he ido encontrando por el camino. Esto, unido a la falta total de tiempo, ha hecho que esta entrada tardara en llegar…

Si empezamos por el principio, a la distonía focal en el músico, por su rareza y especificidad, no se le ha dedicado mucho tiempo de estudio y por tanto no está descrita con todo el detalle que se merece. Durante muchos años se había pensado que la distonía focal era un trastorno de tipo psiquiátrico; una especie de fobia al instrumento. Pero actualmente sabemos, con total seguridad, que se trata de un trastorno no degenerativo, de tipo neurológico, que afecta, básicamente, la forma de aprendizaje y la organización del sistema motor y sensitivo.

La distonía focal es un trastorno caracterizado por la aparición de una actividad muscular anormal que incluye acciones involuntarias como contracciones, espasmos, temblor, muecas etc., estos impiden al músico manejar adecuadamente los músculos implicados en la ejecución o práctica de su instrumento. A menudo, las dificultades en los dedos son interpretadas por el músico como una evidente "falta de práctica". Debido a eso, suele ensayar más intensamente, que es justo lo que no se debe de hacer.

Los músicos que más padecen esta dolencia son en primer lugar los guitarristas, seguidos de los pianistas y suele ser consecuencia de un trabajo manual repetitivo, intenso y obsesivo en algunos casos, realizado durante muchos años sobre el instrumento musical. Eso implica que el músico, en un momento determinado de su carrera, no es capaz de reproducir de una forma natural, automática y eficiente alguno de los gestos técnicos propios de su actividad y que, hasta ese momento, ejecutaba sin ningún tipo de dificultad ni necesidad de concentración.


Síntomas.

Según el estudio “Análisis clínico de la distonía focal en los músicos. Revisión de 86 casos” realizado por Institut de Fisiologia i Medicina de l´Art-Terrasa, Barcelona, existen ciertos síntomas percibidos por los músicos, que de mayor a menor frecuencia serían los siguientes:

- Descontrol de los movimientos voluntarios manuales sobre el instrumento.

- Dificultad o enlentecimiento digital.

- Tensión o rigidez de la mano o el brazo.

- Temblor en los dedos.

- Dolor en la región afectada.

- Falta de independencia de los dedos.

- Presencia de dolor en algún momento de la evolución de la afección.

En la mayoría de los casos, estos síntomas aparecían en el momento de tocar las primeras notas durante la práctica, mientras que en otros músicos estos mismos síntomas, eran más intensos cuanto más difícil era la obra técnicamente.

En algunas ocasiones los propios músicos han manifestado haber estado sometidos a cambios de rutina de trabajo o estrés psíquico justo antes de la aparición de los primeros síntomas de distonía.


Clasificación.

Se han clasificado los distintos tipos de distonía dependiendo de factores como la edad de comienzo, la etiología o la distribución. Aquí nos quedamos con la tercera propuesta que es la que más nos interesa.  La distonía puede afectar diferentes partes del cuerpo, por lo que se ha aceptado la clasificación en focal, segmentaria, generalizada o multifocal.

1. Distonía focal significa que está afectada sólo una parte del cuerpo, en el caso de nuestros músicos este tipo se le conoce como la distonía ocupacional. También puede darse en profesiones como la de escritor o informático.

2- Distonía segmentaria se da cuando están implicadas dos o más partes del cuerpo. Por ejemplo, un violinista es propenso a la distonía axial que compromete a la cabeza y cuello.

3- Distonía generalizada se define como la afectación de al menos una pierna más cualquier otra región del cuerpo. Algún caso de bateristas nos podemos encontrar con este tipo de distonía, aunque no es muy frecuente, por no decir totalmente inusual.

4- En la distonía multifocal se ven afectadas dos o más segmentos del cuerpo que no tienen continuidad entre ellos.

Para poder tratarla es imprescindible, además de clasificarla correctamente, identificar con certeza el tipo de movimiento involuntario y si hay movimientos acompañantes. Los movimientos distónicos pueden ser continuos, y al igual que cualquier movimiento extrapiramidal desaparece durante el sueño. Así mismo tiene diferentes variaciones durante el día y pueden estar influidos por estados emocionales, aumentar con la fatiga y disminuir con la relajación. 


Tratamientos.

Hasta hace pocos años la distonía focal del músico se consideraba una afección incurable. Actualmente, aunque los tratamientos no son efectivos en todos los casos, ya existen posibilidades terapéuticas interesantes. Las medicinas alternativas, las técnicas de consciencia corporal o relajación han ofrecido resultados consistentes.

Pero antes de meternos en las terapias alternativas, es interesante que sepáis que, para la mayoría de las distonía focales está aceptada como tratamiento de elección la inyección repetida de toxina botulínica. Al inyectarla de manera intramuscular o subcutánea sobre el músculo contraído, las contracciones se reducen dramáticamente, sin que haya apenas efectos secundarios.

Pero este no es mi campo, y lo que quiero es ahorraros inyecciones y tratamientos agresivos. Para ello existen técnicas de renombre que pueden ser altamente efectivas para tratar la distonía focal: La Acupuntura y la Osteopatía.


Acupuntura – Craneopuntura

Además de la acupuntura, que es una de las técnicas más conocidas, la Medicina Tradicional China utiliza una gran variedad de herramientas complementarias muy eficaces, como es el caso de la craneopuntura. Se trata de la aplicación de agujas en puntos del cuero cabelludo para la recuperación de diferentes dolencias.

En la craneopuntura las agujas se ubican en zonas del cráneo específicas, tomando como medida ciertas funciones del sistema nervioso central (la corteza cerebral). Esta terapia resulta muy útil en el tratamiento de afecciones del sistema nervioso como es el caso de la distonía focal.

Este tratamiento se caracteriza por tener una aplicación muy simple y además, por ser muy seguro. Tiene efectos curativos rápidos y una amplia variedad de indicaciones, sin efectos secundarios, por eso puede ser  una herramienta eficaz incluso para combinarla con otras técnicas y terapias. La Craneopuntura  describe zonas que se corresponden con órganos y vísceras descritos en Medicina China, y no posee contraindicación alguna.

Osteopatía.

Los doctores en osteopatía practican un tipo de medicina que observa al paciente como una “persona completa”. No basta con ver la parte lesionada, sino que deben centrar la atención en todo el sistema músculo-esquelético para ver cómo la lesión ha influido en los otros sistemas del cuerpo.
Aunque a la Osteopatía se la relacione fundamentalmente con problemas que afectan al aparato locomotor, lo cierto es que restablece el equilibrio perturbado mediante técnicas manuales dirigidas a cualquiera de los tejidos afectados, sean estos del sistema musculoesquelético, visceral, nerviosos etc. 

Esto nos hace distinguir entre los tres grandes grupos en los que la osteopatía basa sus tratamientos.

1- Osteopatía estructural: las manipulaciones y maniobras se centrarán en el sistema musculoesquelético.

2- Osteopatía visceral: se analizan en profundidad las estructuras viscerales, su movilidad y la repercusión que puedan estar ejerciendo sobre otros sistemas aplicando maniobras específicas para ellas.

3- Osteopatía sacro craneal: Se centra en los problemas craneales y su influencia en el Sistema nervioso central. Esta rama de la osteopatía trabaja a un nivel más sutil, pero a la vez profundo. 
Ayuda al funcionamiento del sistema nervioso autónomo y permite corregir modelos negativos del comportamiento. También puede corregir articulaciones dislocadas y fuera de su sitio, lesiones y limitaciones; por ejemplo “hombro rígido”, liquido en las articulaciones, problemas de mandíbulas que no encajan, “codo de tenista”, y las distonías focalizadas.

Una vez terminado el tratamiento, llega sin duda la parte más larga y costosa, que consiste en cambiar los hábitos del músico a la hora de tocar su instrumento. Evitamos así segundas partes… que nunca fueron buenas…


Reeducación del cuerpo.

Un Quiromasajista te puede ayudar a reeducar el cuerpo para realizar esos movimientos que  sentenciaron tu cuerpo a una distonía focal, de una manera más beneficiosa.

Hay que valorar el tono muscular, la postura, el equilibrio y la coordinación y dependiendo del resultado se aplican diferentes técnicas:

1- La Técnica de Bobath: Es una terapia aplicada a tratar los desórdenes del movimiento y la postura derivados de lesiones neurológicas centrales. El tratamiento se basa en la comprensión del Movimiento normal, utilizando todos los canales perceptivos para facilitar los movimientos, y las posturas selectivas que aumenten la calidad de la función. Con todo esto puede ser una rehabilitación a tomar en cuenta.

2- La Cinesiterapia activa: es el medio de curación por movimiento y ocupa un lugar destacado como método de tratamiento de muchas enfermedades, sobre todo en el aparato locomotor. Básicamente consiste en el conjunto de ejercicios, analíticos o globales, realizados por el mismo paciente con sus propias fuerzas, de forma voluntaria o autorrefleja, y controlados, corregidos o ayudados por el Quiromasajista. Su objetivo es recuperar o mantener la función muscular y facilitar los movimientos articulares integrándolos en el esquema corporal con normalidad.

3- Ejercicios específicos:



No fuerce los movimientos; estos deben realizarse de manera suave, lenta y controlada.

Si al realizar un ejercicio experimenta dolor, pare y consulte con su terapeuta.

Una forma magnífica de realizar ejercicio es caminar y nadar.

Evite cualquier situación incómoda.

Los ejercicios de elongación son muy eficaces en relajar los músculos tensos y en la prevención de pérdida de movilidad en las articulaciones. Estos ejercicios se recomiendan para mejorar el vigor en los músculos debilitados.


Relajación.

Realizar ejercicios de relajación es una buena manera de complementar el tratamiento y reeducar al cuerpo. Existen muchas maneras de conseguir un estado de relajación que pueda beneficiar tanto a músculos como a articulaciones.

Los masajes relajantes son una buena opción. Existen dos tipos:

- Masaje superficial lento, que suele ser corto y prolongado, posee una acción sedante que aumentará con la prolongación.

- Masaje profundo lento, que posee una acción calmante y descongestionante, mejorando la asimilación de los tejidos y eliminando las sustancias de desecho., acción que se acentúa si el masaje se prolonga.

Con las distintas técnicas de masajes relajantes que existen además de lograr relajar los músculos y de darles un merecido descanso, también se logra obtener un efecto positivo en la circulación y en el estado general de ánimo.

El Yoga es una práctica que ya se ha mencionado en otras ocasiones. Te ayuda a ser consciente de cada hueso, de cada músculo y de cada articulación, en definitiva, te hace ser partícipe de cada movimiento. Al fin y al cabo el yoga consiste en la búsqueda de un equilibrio entre cuerpo y mente para favorecer la relajación y la concentración de quien la practica.

En mi afán de ofreceros la mejor información que pueda conseguir, acudí a una profesora de Yoga, con años de experiencia, que además tengo la suerte de que también es amiga, y le pedí su opinión sobre este asunto. Su respuesta me ha gustado tanto que os la muestro con sus puntos y sus comas: 

"Efectivamente el yoga permite "ampliar la conciencia" empezando por el cuerpo y terminando por la mente, esto hace posible el reconocimiento de zonas concretas del cuerpo como músculos, articulaciones, etc... Al igual que sensaciones, contactos y movimientos sutiles.
Yoga permite y ayuda a unir (Yoga = unión) el cuerpo con la mente (lo que los occidentales solemos tener tan desunido).
Mi humilde opinión es que efectivamente para esa dolencia tan concreta puede ser de gran utilidad la práctica de yoga. Como la Distonía focal tiene un componente psicosomático y emocional vinculado con el estrés (miedos, preocupaciones, frio o incluso actividad física intensa...) del que no siempre se es consciente, puede beneficiar enormemente a la hora de reconocerse y conocerse en situaciones o estados de ese tipo, además de aprender a controlarlos y/o minimizarlos.
No olvides que el yoga trabaja aspectos psicofísicos y con la práctica también, patrones conductuales. Dentro de su práctica no solo hay ásanas, sino pranayamas (ejercicios respiratorios) y espacios o momentos concretos de meditación.
Lógicamente no es posible asegurar su curación, ni mucho menos, pero si se puede lograr quizás reducir tanto la frecuencia como la intensidad, incluso con ejercicios respiratorios sencillos pero muy eficaces. Creo haber leido en algún lado que para la Distonía Focal centrada en la zona de la cara, practicar "yoga facial" ha resultado bastante eficaz."



Cada persona puede tener un modo distinto de relajarse, lo importante es encontrar un momento del día para centrarnos en nuestro cuerpo y ser conscientes de sus necesidades. Prestar atención y saber escucharnos es una buena prevención.

A cerca de la Distonía Focal, poco me queda por deciros, sólo añadir dos datos significativos. En primer lugar, como todas en la inmensa mayoría de lesiones que hemos visto hasta ahora, si se tratan a tiempo quedarán simplemente en una mala experiencia, de la que deberías aprender.

En segundo lugar y para los más curiosos, este tipo de distonía focalizada también afecta a escritores e informáticos y se le conoce en este caso como calambre del escritor.

Muchas gracias por haber llegado hasta aquí.

10 de abril de 2012

VII. DOLENCIAS MUSICALES: Lesiones más comunes entre los pianistas.


El piano es un muy complejo instrumento que, como todos ya sabemos pero no está de más decirlo, se toca (normalmente) sentado. Con mirarlo un poco se puede intuir, la cantidad de piezas,  mecanismos  y movimientos que se necesitan para hacer sonar una sola nota, desde el momento en que se pulsa la tecla hasta que repercute en la cuerda y se crea el sonido…

Durante los ensayos un pianista se pasa horas sentado frente al instrumento tocando 88 teclas, 36 negras y 52 blancas y presionando tres pedales. Si durante este tiempo la postura no es correcta, ya sabemos que en un futuro nos enfrentaremos a lesiones que requerirán reposo y un cese inmediato de la actividad. Como hemos estado viendo hasta ahora los músicos necesitan una serie de estiramientos y calentamientos previos a la puesta en marcha y los pianistas no iban a ser menos.

Salud para un músico significa en primer lugar el bienestar corporal, intelectual y espiritual a la hora de interpretar un instrumento. Sin duda alguna, la profesión de músico es una actividad de alto rendimiento en todos sus aspectos: el tocar un instrumento profesionalmente representa un trabajo altamente complejo.

Según el maestro de la escuela rusa Heinrich Neuhaus (1988-1964) en su obra Die Kunst des Klavierspielens (El arte del piano) un pianista debe conseguir reunir estas tres condiciones:

- Naturalidad. Una posición corporal natural.

- Relajación. Es imprescindible para un pianista conseguir esa relajación que le haga sentir fluir la energía. La punta de los dedos es, en los pianistas, el único punto de contacto con el instrumento. Hasta ellos llega el “chorro de energía” que debe ser transmitido al teclado, un mecanismo que no tiene nada que ver con presionar sino con apoyar el peso de los dedos sobre las teclas.

- Libertad. Cada movimiento se realiza con éxito sólo si se realiza con libertad.

Cuando se consiguen reunir estos tres requisitos, no solo los pianistas, cualquier intérprete sentirá como la música fluye a través de su cuerpo. Son años y años en los que además de estudiar y dominar el instrumento, también se tiene que conocer el cuerpo y saber respetarlo.

Y aquí es donde entro yo. He visualizado vídeos que me he encontrado o que me habéis mandado vosotros, he buscado clases con docentes que se han grabado mientras se impartían y las han colgado en internet, he leído artículos y noticias sobre pianistas y he contactado con un estudiante. Pero las conclusiones las intuí en los primeros pasos, era fácil verlo. Un pianista requiere una agilidad excepcional con los dedos, flexibilidad en las muñecas y los codos y una correcta postura anatómica que le permita tocar largas horas sentado sin dañar la espalda.

Estudiando cada instrumento y la interacción que se tiene con él, se han nombrado las lesionas más comunes que suelen padecer los músicos en las manos, los antebrazos, los brazos y los hombros. Lógicamente los pianistas no iban a ser menos. Al contrario, en elpais.com se publicó en su tiempo que, para crear un ámbito en el que profesionales de la medicina y de la música compartan experiencias y aporten soluciones a los problemas de salud específicos de su profesión, se fundó el Encuentro Música y Medicina en diálogo: Jornadas sobre el piano y el cuerpo humano, organizado por Musikeon, en la sede del Instituto Valenciano de la Música, el pasado mes de junio.

Transcribo: Uno de los ponentes que ha asistido a las sesiones ha sido Yerko Ivánovic Barbeito en su doble condición de compositor y pianista, por un lado, y de doctor en medicina, especializado en rehabilitación, por otro. "La enfermedad más común entre los pianistas es la epicondilitis, conocida como el codo de tenista", […] "Junto a ello es frecuente la tendinitis en la cara interna del codo y problemas en la musculatura de la mano, que, en ocasiones, puede ser más difícil de diagnosticar.”

Existen muchos artículos publicados con estadísticas que nos permiten ver la dimensión que adquiere el mundo de las lesiones en el ámbito musical. Para empezar, en “Pianista: entre la música y la medicina” podemos leer que en un estudio realizado con 121 pianistas italianos se encontró que un 39.6% tenían un trastorno  musculoesquelético y que la edad y las horas de estudio son variables significativas.

En la década de los 90´s se realizó un estudio con los músicos que fueron miembros de la New York Sate Music Teachers Association. Según este estudio, más de la mitad de ellos (no se dispone del número total de participantes), tenían problemas físicos relacionados con la ejecución pianística.

Durante todo el Ciclo hemos podido ver como las manos son la herramienta más preciada e imprescindible para un músico. Con los guitarristas repasamos su anatomía, la biomecánica y las principales dolencias que pueden afectar tanto a los dedos como a las muñecas. Con los percusionistas y los violinistas comprobamos las lesiones que se pueden adquirir en los codos y los hombros. Así que, supongo que este tema está más que trabajado y no quiero caer en repeticiones.


Simplemente recalco la necesidad de los estiramientos, que se deberían de hacer previamente al calentamiento, que como ya vimos en otra ocasión consiste en realizar ciertos ejercicios con los dedos en el propio instrumento. Existe una pieza musical, El piano virtuosos en 60 ejercicios, que consiste en una obra pedagógica  musical de Charles-Louis Hanon, que reúne sesenta ejercicios para piano compuestos para mejorar la velocidad, precisión, agilidad y fuerza en los dedos y muñecas de las manos. El pianista virtuoso en 60 ejercicios es más conocido popularmente como Hanon y sigue teniendo gran aceptación hoy día entre profesores y estudiantes.

Tan importante es para un pianista las manos como la espalda. Una correcta postura anatómica a la hora de enfrentarse al instrumento es fundamental para mantener la columna en perfecto estado y a pleno rendimiento. A pesar de ser un tipo de trabajo estático, una lesión postural es tan faenosa como una lesión por un esfuerzo mal realizado.

El estar sentado aumenta el peso en la columna vertebral más que el estar de pie. Además de contracturas musculares dolorosas e irritantes a nivel de los puntos de inserción de los tendones y de las articulaciones, las malas posturas mantenidas largo tiempo pueden producir lesiones de columna vertebral e incluso deformaciones permanentes.

Pero vámonos al principio. Las vértebras son los huesos que se unen entre sí para formar la columna vertebral, que está constituida por 7 vértebras cervicales, 12 torácicas, 5 lumbares, el sacro y el coxis. Deben tenerse en cuenta los siguientes puntos:

1- La columna vertebral no está construida solo de vértebras, éstas son únicamente su armazón ósea.


2- Las vértebras están unidas entre sí por un disco fibrocartilaginoso, el disco intervertebral, localizado entre los distintos cuerpos vertebrales.

3- Las apófisis*  articulares superior e inferior de las vértebras toman contacto entre sí y delimitan, junto con el disco intervertebral, el denominado agujero intervertebral, a través del cual pasan los nervios espinales.

4- Si sumamos todos estos agujeros intervertebrales constituyen un conducto espinal, o canal medular.

* Las apófisis, son la parte saliente de un hueso en la que éste se articula o en la que se presentan las inserciones de los músculos.


No nos vamos a meter en las distintas partes de una vértebra, ni en las diferencias que existen entre ellas, porque lo que realmente me interesa es el conjunto. La movilidad que presentan dos vértebras vecinas es muy escasa, sin embargo, la columna vertebral en buenas condiciones es capaz de efectuar una gran cantidad de movimientos. Esto es posible por el efecto global derivado de la suma de estos pequeños movimientos registrados entre las vértebras vecinas.

Y como la cosa va de estar sentados podríamos ver sobre qué huesos nos acomodamos, por eso, voy a incluir la pelvis, ya que sus movimientos no se pueden disociar de los movimientos de las vértebras.

Básicamente la pelvis o cintura pélvica es un anillo óseo formado principalmente por tres elementos: el sacro y los dos huesos ilíacos (así como el coxis). También es el lugar donde se articulan los fémures con el tronco, por lo que se convierte en un elemento transmisor de presiones.


Los ilíacos son huesos planos que están constituidos por la fusión de tres huesos primitivos que se unen por medio de un cartílago en forma de Y: ilión, en la parte superior que constituye la fosa ilíaca externa, isquión, en la región posterior y pubis en la región anterior.

Una vez visto más o menos y de forma resumida los huesos que componen la columna vertebral y la cadera sí podemos ver bien cuál sería la postura más correcta para la práctica pianística.

La posición corporal que un pianista debe adoptar es sentado y derecho frente al piano. Con las piernas ligeramente abiertas y los pies cómodamente tocando el suelo. Si se pretende pisar el pedal (cualquiera que sea) el pie estará cercano a él pero en el suelo.

La espalda debe estar derecha (recta). Hay que intentar no jorobarse, para evitar dañar a la columna. Es un vicio muy común. Si comparamos a un pianista que se joroba con un pianista que mantiene la posición recta de la espalda veremos que eleva mucho la imagen y con esto, aunque no lo parezca, aumenta la calidad de la interpretación.

Según “Beyer”, la Preparatoria para estudiar piano op.10, uno de los métodos más reconocidos para aprender a tocar, la mano debe mantener una posición alineada con el antebrazo para evitar sobrecarga en la musculatura flexoextensora de la muñeca, es decir que la muñeca debe cumplir la misma altura (ni más hacia abajo, ni más hacia arriba) del antebrazo. La altura del taburete debe ajustarse de forma que el brazo y el antebrazo formen un ángulo de 90 grados.

Sin embargo, cualquier técnica que describa el posicionamiento ante el instrumento es debatida por los músicos ya que depende mucho el cuerpo de cada persona. Por lo tanto, el verdadero secreto puede ser encontrar un equilibrio para que todos los elementos puedan funcionar correctamente y con el menor esfuerzo posible. 

Dentro de las lesiones más repetidas entre los pianistas, las afecciones esqueléticas son las más comunes. Al sentarse, el músico debe intentar buscar una posición cómoda y correcta, de lo contrario enseguida cogerá malos hábitos en la postura y llegarán los problemas. Además la práctica continuada de 6 a 8 horas conlleva a que se sobrecarguen las estructuras óseas.

Las lesiones de columna cuando pasan desapercibidas o son mal manejadas pueden ocasionar daños importantes. Si al trabajar sentado se adopta una postura flexionada o encorvada, repercute desfavorablemente en el individuo, sobrecargando los ligamentos posteriores de la espalda, lo que origina dolores y malestar.

A los pianistas se les puede comparar, en cierta parte y desde el punto de vista anatómico, con un informático, un mecanógrafo o un oficinista  por ejemplo. Personas que ejercen su trabajo sentados y que requieren el sobreuso de las manos, muñecas y codos para desempeñar su labor. Y como ellos, nuestros músicos sufren dolencias tales como cervicalgia, dorsalgia, lumbalgia y ciática.


1- Cervicalgia:

Dentro de esta afección se incluyen todos los dolores posteriores o posterolaterales del cuello. Constituyen dolencias de origen óseo, articular y muscular que afectarán fundamentalmente a la musculatura.

Los síntomas más comunes son un dolor que se acentúa con la fatiga, sobre todo a la hora de realizar ciertas actividades y que se irradia con frecuencia hacia la región escapular y hombro.

Éste dolor aumenta después del descanso nocturno, por lo general, debido a la inactividad muscular y a que se produce un enlentecimiento de la circulación.

Los movimientos o esfuerzos bruscos lo agudizarán. Y la limitación de los movimientos del cuello, que van acompañados de sensación de fricción o ruidos, se limitan sobre todo en la inflexión y en las rotaciones laterales.

Existen numerosas técnicas de masajes específicas para este tipo de dolencias que buscan la relajación y descontracción muscular, equilibrando la tensión en el músculo y previniendo nuevas tensiones.

2- Dorsalgia:

Consiste en todos los dolores originados en las vértebras dorsales, que como ya sabemos están localizadas en la parte media de la espalda. Quizás, de las cuatro dolencias que vamos a tratar, ésta es la que menos sufren los pianistas, pero sin embargo, está incluida en las estadísticas.

Los síntomas más característicos de las dorsalgias son sensación de pesadez y carga en la espalda que causan un dolor que va en aumento sobre todo cuando se está por tiempo prolongado en una misma postura. Puede limitar el movimiento en la zona dorsal de la espalda.

Estos dolores se deben a una contractura muscular, cuya tensión prolongada comprime los vasos sanguíneos e impide que la sangre alimente y oxigene las fibras musculares. Si el fenómeno se prolonga, se acumula ácido y los vasos sanguíneos se atrofian. El dolor se vuelve permanente o reaparece al poco tiempo de empezar a trabajar en posición desfavorable. 

Los programas específicos para tratar las Dorsalgias, además de hacer desaparecer la posible contractura ocasionada, también ayudan a recuperar normalidad de la circulación sanguínea.

3. Lumbalgia:

La lumbalgia se caracteriza por dolor en la región lumbar, a veces central, y en otras ocasiones paravertebral. Este dolor puede extenderse hacia la región dorsal inferior y hacia el canal raquídeo.

Hay que destacar que el 80% de la población va a padecer lumbalgia en alguna etapa de su vida, normalmente entre los 30 y los 50 años. ¿Entras en la estadística?

Existen muchas causas que llevan al desarrollo de una lumbalgia, pero en este caso nos quedamos con las alteraciones posturales que pueden derivar en dolores lumbares por sobrecarga en los ligamentos o por alteración discal. Dichas alteraciones pueden ser debidas a posiciones incorrectas.

Los síntomas varían dependiendo del tipo de lumbalgia al que nos enfrentamos, y en esta ocasión vamos a ver dos tipos:

Lumbalgia aguda o lumbago: Suele comenzar de forma brusca tras realizar un esfuerzo o un falso movimiento. Se produce un bloqueo de la columna lumbar, una posición antiálgica marcada y una cierta imposibilidad a mantenerse de pie o andar.

Lumbalgia crónica: Es la más frecuente y predomina en pacientes de más de 35 años, con vida sedentaria y alteraciones posturales. Se siente un dolor lumbar bajo, agudo y unilateral que se suele irradiar hacia las nalgas y que aumenta con el esfuerzo y con la fatiga (mantenimiento de la posición durante bastante tiempo) y calma con el reposo. A diferencia de la lumbalgia aguda, ésta no tiene posición antiálgica.

Tu Quiromasajista debería realizar una valoración para determinar las actitudes viciosas y el aplanamiento lumbar, las posibles contracturas musculares, la limitación de movimientos y los puntos dolorosos. Con todo ello se podrá llevar a cabo un tratamiento a la medida de la dolencia.

4- Ciática:

La ciática ocurre cuando hay presión o daño en el nervio ciático. Este nervio comienza en la región lumbar y baja por la parte posterior de cada pierna. Este nervio controla los músculos de la parte posterior de la rodilla y región inferior de la pierna e igualmente proporciona sensibilidad a la parte posterior del muslo, parte de la región inferior de la pierna y a la planta del pie.

El dolor ciático puede variar ampliamente. Puede sentirse como un hormigueo leve, dolor sordo o una sensación de ardor. En algunos casos, el dolor es tan intenso que imposibilita el movimiento de la persona.

Si un pianista sufre ciática  al pasar mucho tiempo sentado, debe ubicar los pies tocando el suelo y las rodillas dobladas normalmente, adoptando una posición adecuada y cómoda para la práctica.

La mejor prevención que existe para todo este tipo de dolencias es una buena forma física, un programa de ejercicios que implique un fortalecimiento tanto de la zona abdominal como de la espalda y una buena tabla  de estiramientos que nos proporcione flexibilidad y posibilidad de movimientos.

Cuando se realizan estiramientos en la espalda hay que tener en cuenta varios aspectos:

1- Si se padecen problemas en el cuello, hay que ser muy cuidadoso con los estiramientos.

2- Si escoges ejercicios que requieran tumbarse en el suelo, es mejor hacerlo sobre una superficie firme pero blanda, si es demasiado dura el cuerpo no se relaja fácilmente.

3- Si la espalda está muy tensa, no se debe de estirar mucho al principio. Se trabajaría la técnica y el control del equilibrio en los ejercicios  y se practicaría lentamente para que el ejercicio resulte fácil, concentrando la atención en sentirse relajado. No queremos provocar más tensiones, sino deshacernos de las que tenemos.

Se trata de mantener el cuerpo sano y conseguir un equilibrio entre la música y la salud.  La técnica del piano no es sólo un juego de precisión, sino que también se basa en la incorporación y unificación de un gran número de conceptos físicos. Interpretar de una manera correcta tiene que permitirte tocar sin dolor de forma constante, automática y no debe requerir esfuerzo alguno. 

Con todo esto poco más me queda por decir. Simplemente ofreceros esas gotitas de placer que me hacéis llegar con vuestros vídeos o que me encuentro yo por el camino.

Esta vez he tenido serios problemas a la hora de escoger intérpretes y canciones. No tenía ninguna duda de que esta entrada estaba muy inspirada en el jazz, estilo que más me gusta y apasiona, pero ¿de entre todos los maestros a quién presentar? Chucho Valdez, Oscar Peterson, Bud Powell, Ray Charles, McCoy Tyner, Teddy Wilson… y así hasta cien que se pueden citar uno detrás de otro. Por eso, una vez más apuesto por aquellos intérpretes más anónimos, que ahora, gracias a internet, tenemos la suerte de escuchar.

El primero se trata de un pianista tocando su piano en el mismísimo Saint Germain boulevard, en plena calle puedes tener la suerte de tropezarte con talentos como este, apasionado dónde los haya, y electrizante como poco…


El segundo recoge una improvisación. No es muy fácil encontrar buenos vídeos de jazz con una calidad aceptable, y en el que se vea claramente al músico en cuestión interpretando y moviendo su cuerpo.  Este me lo habéis mandado uno vosotros y me gustó el estilo, así que gracias por facilitarme el trabajo.


Este tercero no podía dejar de ponerlo, consiste en una escena de la película de Tim Burton “La novia cadáver” donde aparecen Víctor y Emily interpretando al piano una pieza de la BSO. No dejéis de verla porque es francamente buena.



Y ahora sí que he terminado. Pero quería agradeceros otra vez, que sigáis ahí conmigo.

GRACIAS.




"Una pizca más de sabiduría"
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