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24 de julio de 2012

IX. La música con nombres propios.


Esta entrada ha sido la que más me ha costado elaborar, pero también me ha dado mucho más conocimiento de lo que un músico tiene que sufrir a lo largo de su carrera profesional. Han sido tantos los intérpretes con los que me he ido encontrando que me ha sido muy difícil ser selectiva.

Son trece las vidas que os presento, intentando siempre que disfrutes leyendo tanto como disfruto yo escribiendo.

Como siempre he podido contar con ayudas que me aplanan el camino y el resultado final lo tenéis a continuación.

Hansi Kürsh, un sordo no tan mudo.


Son muchos los músicos que durante sus carreras profesionales tienen problemas de audición. De hecho, es una de las dolencias más comunes entre el panorama musical. Pero que no os extrañe, el ruido está presente en todos los aspectos de nuestra vida y por supuesto, durante su jornada laboral un músico tiene que soportar un alto número de decibelios.


Esta lesión se debe a que el músico (inclusive el público) está sometido a constantes sesiones de música cuyo volumen supera los 65 decibelios (db), el nivel máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud. De acuerdo con el organismo, la capacidad auditiva se deteriora en la banda comprendida entre los 75 db y 125 db y alcanza un estado de dolor cuando se rebasa este último rango. Para evitar esta lesión, se sugiere utilizar tapones que protejan los tímpanos en sitios donde se rebasa dicho nivel de volumen.

Este tipo de dolencia es la que tuvo que sufrir el vocalista del grupo Blind Guardian. En 1999 estos alemanes editan por primera vez en EEUU un disco titulado Mine, con él los horizontes del grupo de disparan y comienzan una agotadora gira alrededor del mundo, que a Hansi le ocasiona serios problemas, concretamente perdió el 50% de la audición en su oído derecho. Cuándo estaban presentando el disco en su Alemania natal, se vio obligado a suspender la gira y desplazarse hasta EEUU para iniciar una terapia en un centro especializado. Durante todos estos meses además de una tediosa recuperación, el vocalista en cuestión aprovechó para maquetar y preparar su próximo trabajo.


Bobby Schayer, lesiones al compás de la música.


Bobby Schayer fue uno de los siete bateristas del grupo Bad Religion, concretamente ocupa el penúltimo lugar. Con muchos discos y conciertos a sus espaldas, Bobby abandonó el grupo en Abril del 2001, debido a una tendinitis en el brazo y en el hombro derechos que le impedían tocar y le causaban bastante dolor. Además, debido a su pasión y desenfreno a la hora de tocar la batería, también se había lesionado una vértebra cervical, por menear la cabeza al compás de la música (headbanging). El médico que le atendió, planteó la posibilidad de que Bobby no pudiera volver a tocar y el grupo se vio obligado a buscar un sustituto pare seguir ofreciendo conciertos y no interrumpir la gira.


En su día vimos como los bateristas son de los instrumentistas que más sufren lesiones derivadas de los movimientos repetitivos que requiere su práctica. Además ya sabemos que requieren resistencia física para aguantar un concierto y fuerza para hacer sonar la batería al completo.

A Bobby Schayer se le acabó en ese momento su carrera profesional. Los entendidos en el tema aseguran que fue el mejor baterista que ha pasado por Bad Religion, por su sencillez a la hora de tocar… que ironía… 

Jimmy Page, un Déjà vu musical.


Singular guitarrista del legendario grupo Led Zeppelin. Jimmy Page ya tenía cierto prestigio en el Reino Unido como músico de estudio y por pertenecer a la banda The Yardbirds, antes de que fundara una de las mejores bandas de rock.  Se puso a la labor de buscar buenos músicos para un nuevo grupo donde pudiera expandir todo su talento, y ésta tuvo su origen en 1968. Este nuevo grupo musical fue bautizado como Led Zeppelin, a causa de un infeliz comentario que alguien les dijo: “fracasaréis como un Zeppelin de Plomo”

Pero vamos a lo que vamos. La anécdota que os quiero contar se remonta a 1974, durante el inicio de las Navidades, cuando, antes de empezar una gira por EEUU, Jimmy page se rompe un dedo a causa de un accidente con la puerta de un tren en Londres.  Ello le llevó a intensos ensayos para poder tocar su guitarra con solo tres dedos, y forzó al grupo a cambiar el orden de las canciones en los conciertos. La interpretación más emblemática fue en el Chicago Stadium el 20 de enero de 1975, donde el cantante Robert Plant, pidió un aplauso para el guitarrista que había tocado de manera magistral todas las canciones con un dedo de la mano roto.

El 25 de septiembre de 1975 muere el baterista (insustituible) Jonh Boham, asfixiado por la aspiración accidental de su propio vómito, mientras dormía, provocado por el consumo excesivo de alcohol. El grupo se disolvió. Pero quiso el destino que en el año 2007 se volvieran a juntar, con el hijo de Boham, Jason, a la batería, en Londres, ofreciendo un único concierto. Casualidades de la vida, se tuvo que aplazar dos semanas porque Jimmy Page se volvió a fracturar un dedo de la mano…

Jonny Greenwood, los guantes del guitarrista.



Quien haya visto algún vídeo de Radiohead ha podido comprobar la forma de tocar tan peculiar que tiene su guitarrista Jonny Greenwood. Es un músico multi-instrumentista que llega a tocar hasta 22 instrumentos (pero no a la vez…) y en el año 2003 la revista Rolling Stones le situó en el puesto 60 de la lista de “los 100 mejores guitarristas de todos los tiempos”…que se dice pronto.

Pero esa manera de hacer vibrar las cuerdas de su guitarra con tanta energía y agresividad le llevó a sufrir una lesión obligándolo a estar una temporada sin poder tocar la guitarra. Síndrome del túnel carpiano en el brazo derecho, os suena ¿verdad?

La cosa no queda aquí. El médico le recomendó no tocar la guitarra por un tiempo largo para que la lesión se pudiera tratar mejor, pero ya sabemos cómo son los músicos, y Jonny Greenwood no iba a ser menos. Aconsejado por este mismo médico comenzó a utilizar un soporte para la muñeca y el antebrazo a la hora de practicar y en los conciertos, que consiste en un vendaje específico para evitar lesiones.
Este soporte se ha convertido en su distintivo y el protagonista comentó en una ocasión: “Disfruto poniéndomelo antes de tocar... Es como ponerte los guante en las manos antes de boxear."

Phil Collins, en la vida las cosas pasan.



Roquero de 61 años, cantante y baterista de Génesis. En marzo de 2009 anunció en The Times su retirada profesional del mundo de la música a causa de una lesión en sus vértebras cervicales.

Tras 30 años tocando el instrumento de percusión por excelencia, ha perdido capacidad auditiva, sufre de problemas neurológicos y, también de la columna. Los médicos no han dudado en señalar estas dolencias como las "típicas" sufridas por los bateristasCollins llegó a declarar para el Daily Mirror que el simple hecho de coger las baquetas le resulta doloroso.

Tras Ocho discos con excelentes resultados y de gran calidad musical, consiguiendo estar en el Nº 1 de las listas de ventas en numerosas ocasiones, y obtener premios tales como un Gramy a la mejor canción, tres Oscars y un Globo de Oro, Phil Collins dice adiós a los ensayos, las giras y los conciertos.

En su momento ofreció un par de declaraciones que describen perfectamente por el momento que estaba pasando:
"Mi condición me impide tocar nunca más. Después de haber sido batería durante 50 años, tengo que parar. Por supuesto que estoy muy triste. Mis vértebras han estado aplastando mi médula espinal debido a la posición en la que he tocado durante mis años a la percusión. Ni siquiera puedo sostener correctamente las baquetas sin sentir dolor".

"No hay ningún drama acerca de mi "discapacidad" y el tocar la batería. De algún modo durante la última gira de Génesis me disloqué algunas vértebras del cuello y eso afectó a mis manos. Tras una exitosa operación en el cuello, mis manos aún no pueden funcionar normalmente. Quizás en un año más o menos eso cambie, pero por ahora me es imposible tocar la batería o el piano. No estoy en ningún estado de "malestar", en la vida las cosas pasan.”

Louis Daniel Armstrong, cuando perdió su labio encontró la voz.



Hablar de Louis Armstrong prácticamente es hablar de Jazz. Destacó por ser uno de los mejores trompetistas en su estilo y más tarde su condición de vocalista ofrece una fuerte influencia en el canto jazzístico.

Los músicos de viento no quedan exentos de lesiones y patologías. Hay un síndrome muy frecuente, que afecta a los trompetistas que utilizan un tipo concreto de embocadura, y que consiste en la rotura del músculo orbicular de los labios.

El doctor Planas de Barcelona le dio el nombre de síndrome de Satchmo, en honor a Louis Armstrong, ya que al músico se le conocía familiarmente con ese nombre. El principal síntoma es el dolor, sobre todo en las notas altas, cuando la presión del labio es mayor. Este trastorno es bastante doloroso y requiere una intervención quirúrgica.

Pues bien, ya en 1935, Armstrong, por su técnica y habilidades de improvisación, es catalogado como el mejor trompetista del momento. Comienzo una extensa gira en Estados Unidos y en Europa. Es aquí donde se rompe el músculo de los labios y se ve obligado a interrumpir su carrera por un año. A partir de aquí, el propio músico advierte que está perdiendo su virtuosismo, pero eso no le hace tirar la toalla. Poco a poco se apoya en el canto  y comienza a registrar valores que ahora son parte del mundo musical como "Hola, Dolly", "Just A Gigolo" y "What a Wonderful World". 

Rick Parfitt, súmale una gira poco estática.



Componente del grupo británico Status Quo, Rick tiene todas las malas manías de un guitarrista de rock, es decir, tiende a tocar su instrumento a un nivel más bajo de la cintura, ayudándose con una cinta larga y además también tiene tendencia a echar su cuerpo hacia delante lo que provoca tensión en la zona lumbar. Pero no han sido estos sus problemas.

En el año 2002, tras una gira por Europa tocando cinco conciertos en Alemania, tres en Francia, dos en España y seis en su Reino Unido, en unas pocas semanas, Rick Parfitt se despertó un día con un nervio atrapado en su brazo izquierdo obligando al grupo a cancelar los dieciséis conciertos restantes. A raíz de aquello, también le diagnosticaron varias fracturas por estrés que le mantuvieron un año sin poder tocar la guitarra.

Shawn Drover, tanta perfección pasa factura.



Shawn Drover es un baterista que se hizo un nombre en el grupo de heavy metal Eidon, pero fue al entrar en Megadeth cuando adquirió el auténtico reconocimiento.

Megadeth comenzó el tour mundial, Blackmail the Universe, en octubre de 2004 y su baterista Nick Menza abandonó la gira después del primer concierto por Estados Unidos. Fue entonces cuando entró en escena Shawn, que durante unos años  compartiría escenario con su hermano Glen a la guitarra. En el año 2005 durante un concierto Shawn demostró sus dotes como multiinstrumentista cuando interpretó el tema Peace sells, pero esta vez con la guitarra entre sus manos, ofreciendo un solo que no pasó desapercibido.

Pero no han sido las seis cuerdas las que han dañado al señor Drover. Y la historia es complicada de resumir. Nos remontamos a 1990, cuando el grupo lanza el disco Rust in Peace, que es considerado por sus seguidores como el mejor de su discografía, hasta tal punto que catorce años después lo volvieron a lanzar remasterizado y ofrecieron una gira en la que iban a interpretarlo en su totalidad. Pero a su vez, el propio Shawn comenta que es de los más difíciles de tocar y se le suma el agravante de que los seguidores se lo saben perfectamente de pe a pa.

Esta gira le pasó factura. Tantos ensayos y tanta perfección le provocaron una importante lesión en el menisco que le obligó a utilizar cortisona durante los conciertos para calmar la inflamación y el dolor, manteniéndolo en secreto hasta que finalizó la gira y se sometió a una operación quirúrgica.
En una entrevista a The Great Southern Brainfart, donde Shawn Drover explica su experiencia de tocar este disco en su totalidad durante todo un tour, comenta lo siguiente:
“Tocar la batería es doloroso, mucho más de lo que parece. He tenido más lesiones que un futbolista. En la primera prueba de sonido que hice con Megadeth me reventaron los oídos, desarrollé vértigo y una grave infección. En 2004 tuve que llevar auriculares para aislarme del resto de músicos y así poder poner el sonido del grupo a un volumen muy bajo. También el menisco se me fastidió, mi mano derecha, y varias lesiones más pero hay que seguir tocando. Me gano la vida golpeando cosas con palos, ¿qué podía esperar?”


Adrian Vandenberg, el guitarrista tocó mal las teclas.



Este multiinstrumentista y compositor ha pasado a ser catalogado como uno de los mejores guitarristas de la historia de Holanda, su país de origen. Su trabajo comenzó a expandirse por todo el mundo cuando ingresó en la banda británica de hard rock Whitesnake durante la década de los ochenta. Whitesnake fue fundada por David Coverdale, integrante de la ya disuelta por entonces Deep Purple, banda que nos ha dejado grandes temas y que tiene su pequeño hueco en la historia de la música.

Fue durante esta época, grabando "Slip Of The Tongue", cuando Vandenberg se lesionó la muñeca practicando unos ejercicios en el piano. Lesión que arrastró hasta finales de los 90 cuando se vio obligado a dejar la música por no poder tocar al máximo de sus posibilidades. Pero Whitesnake no podía quedarse sin guitarrista, y se sumó a las filas del grupo el mismo Steve Vai, considerado por la revista Rolling Stone (y por la que escribe) un auténtico virtuoso de la guitarra.

Pasaron más de veinte años hasta que Vandenberg volviera a coger la guitarra de manera profesional, sacar un disco, esta vez en solitario, y realizar una gira como se merece.




Robert Schumann, los músicos también lloran.



La historia de Schumann es una de las que más me ha atraído de todas las que me he ido encontrando por el camino. Es la vida de un músico y compositor que, obsesionado por alcanzar la perfección de los virtuosos, consiguió ser uno de los más grandes y representativos compositores del romanticismo. Pero tanto reconocimiento al final le salió caro…

Desde que contaba muy corta edad, Robert Schumann era un pianista excepcional, que se afanaba por llegar al nivel de maestros de la talla de Nìccolo Paganini o Franz Liszt. En 1830, cuando tenía 20 años y un nombre como concertista de piano a sus espaldas, Schumann consideraba que no tenía suficiente agilidad en los dedos y decidió multiplicar sus horas de ensayos.

Para empezar, hizo construir un teclado portátil, que se colgaba del cuello para poder practicar continuamente, pero este invento no le dio los resultados que él esperaba. Además de agilidad en los dedos también necesitaba fuerza y firmeza, así que  ideó un aparato que colgaba de una polea del techo y al que se ligaba el anular y el meñique, y así se obligaba a ensayar durante horas y horas.

Después de un tiempo, Schumann se dio cuenta de que este invento suyo, en vez de mejorar su técnica le estaba dañando la mano. Tantos estudios de técnicas pianísticas le costaron una distonía focal en los dedos anular y corazón (cuya musculatura está relacionada) de su mano derecha… En ese momento se acabó su carrera como concertista de piano y después de digerir este mal trago, comenzó una etapa como concertista que elevó a la cumbre de la música romántica.

El día que Robert Schumann se enteró de que no iba a volver a mover esos dedos, que no le respondían y se agarrotaban solos, que no iba a poder tocar más el piano de la manera en que lo hacía… ese día dicen que Schumann lloró largo y tendido…
“Toda la música está completa y viva dentro de mí y deseo exhalarla sin esfuerzo, pero ahora apenas si puedo hacerlo; mis dedos se confunden unos con otros. Esto es realmente atemorizante y ya me ha causado mucho dolor.”

Gary Graffman, la nota del desconocimiento.



A principios de la década de 1980, Gary Graffman era considerado uno de los grandes pianistas contemporáneos, y en la cumbre de su carrera anunció que padecía una lesión en su mano derecha, entonces poco conocida, que se llama distonía focal y  le impedía tocar el piano con precisión ya que los dedos no respondían a sus órdenes.

Denunció la incomprensión recibida por parte de los médicos y la falta de información acerca de la enfermedad. Todo esto le llevó a la obligación de abandonar su carrera. Desde entonces sus interpretaciones tuvieron que limitarse solamente a pequeños conciertos escritos para la mano izquierda. Asimismo, se unió al Instituto de Música Curtis de Filadelfia para luchar por lo que ahora conocemos como “La Medicina del Arte.”






Rick Allen, con uno sobra y basta.



No tiene mucho que ver con el tema, ya que Rick Allen no se lesionó por tocar de una manera errónea o por un exceso de práctica. Pero estamos ante un baterista manco que toca hardrock a nivel internacional.
A los 21 años de edad, Rick empieza a saborear la fama con Def Leppard gracias al disco “Pyromania”, pero en diciembre de 1984 sufre un accidente de coche y Sale despedido del vehículo produciéndose  la amputación de su brazo izquierdo. En aquel momento parecía que su carrera como músico había tocado su fin de una manera arrolladora… pero no fue así.

Tras varias operaciones y una larga rehabilitación, cuando el baterista empezaba a recuperarse, el grupo se planteaba si continuar con él, pero no fue ninguna sorpresa que la decisión fuera a favor de su compañero.
Se desarrolló una batería personalizada que consta de muchos pedales con los que su pie izquierdo hace el trabajo de su brazo izquierdo mediante pistas informatizadas. Básicamente tenía los tambores más importantes frente a él y a su derecha y los principales pedales a su izquierda, con los que se conseguía el sonido de la caja y los timbales. A esto se le añadieron hardwares de compañías como ddrum y Acuapad.
Incansable, imparable, y con ganas de reencontrarse con el público, se puso a practicar y a reconocer su nueva batería, hasta que en 1986 volvió a tocar en el festival “Monsters of Rock”. Comienza aquí una nueva carrera que no parará hasta el día de hoy.

Su estilo se ha refinado y hace años que ha vuelto a la batería acústica. Ha hecho multitud de trabajos paralelos fuera del grupo y hasta la fecha sigue siendo un ejemplo de superación y esfuerzo. Una de las lecciones que hemos de aprender de él es que hay que luchar por lo que se quiere llegar en la vida, y si no fíjate en el baterista de Def Leppard.

Nicolo Paganini, el intérprete del diablo.



Genio del arte musical y virtuoso de su tiempo fue considerado el mejor violinista, violista, guitarrista y compositor de la época. No sólo hacía sonar a la perfección sus instrumentos (entre los que destacaba el violín), además los interpretaba.

Heinrich Heine, poeta alemán, quiso retratar el mito de Paganini:
“[…] apareció en escena una figura oscura, que parecía haber salido del infierno; era Paganini con su traje negro de etiqueta, frac negro y chaleco negro, de hechura horrible, como quizás lo prescribía la etiqueta infernal en la corte de Proserpina, unos pantalones negros que caían temerosos por las piernas flacas. Los largos brazos parecían alargarse más aún cuando, con el violín en una mano y en la otra el arco -con el que tocaba casi la tierra […]”
Pocos músicos han causado tanto furor en su vida y han llevado a cabo un dominio de la técnica como lo hizo Paganini, a ello contribuyó enormemente su gran flexibilidad articular, el Dr. Bennati lo atendió durante años e informó de algunos detalles de gran interés acerca de su fisionomía: “... su mano tiene una gran elasticidad, al igual que su hombro y su codo...”

Observó durante su estudio que cuando tocaba, su codo cruzaba por encima del otro codo; la flexibilidad de Paganini era tan grande que la uña del dedo pulgar llegaba a tocar el dorso de su mano, esta hiperlaxitud le permitía tocar tres octavas con poco esfuerzo. Se sabe que voluntariamente podía flexionar lateralmente la articulación de sus falanges distales; en varias ocasiones le preguntaron acerca de su mágico secreto, a lo cual el genial compositor siempre respondía que lo revelaría cuando se retirara, desgraciadamente se llevó tan codiciado secreto con él, aunque ahora sabemos sin duda, que  sus prodigiosas dotes interpretativas se debieron a un trastorno del tejido conectivo. El síndrome de Ehlers-Danlos se caracteriza por existir laxitud e hipermovilidad articular, con mayor capacidad de estiramiento, características que poseía Paganini.

Aparte, exhumado el cadáver del legendario violinista, su esqueleto mostraba una deformidad en el hombro: lo tenía alzado por años de pinzar el violín contra la barbilla, y como nota final, el museo del Conservatorio de París, conserva un molde de su mano. Queda otra vez demostrado que los genios nunca mueren.




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